“¡Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen!”
Impactante exclamación,…sobretodo si se tiene en cuenta el dolor intenso que debió padecer en esos momentos… lo estaban flagelando física y mentalmente,…seguramente “sentía” una angustia y pena intensas y aún así “perdonando”…….¿cuánto nos cuesta perdonar?.......a todos nos cuesta, sin embargo no debemos confundir el “sentir” rabia, pena, amargura, etc… cuando nos han ofendido, y “querer” perdonar de corazón…Dios no nos pide que dejemos de sentir, pero sí que tengamos la voluntad de perdonar.
Perdonar a alguien no necesariamente significa que nos deje de doler lo que nos hizo o como se comportó…..”sentir” corresponde a los sentimientos y “querer” a la voluntad……La voluntad y el amor de Jesús hizo que perdonara a pesar de no haber dejado de sentir dolor, angustia, miedo, soledad…..se sintió seguramente abandonado (incluso por Dios), traicionado, menospreciado, humillado y ridiculizado al extremo,…. Quiso el Padre que el hijo sintiera en carne viva todas estas flagelaciones de cuerpo y mente, y aún así demostrara su “voluntad” de perdonar….¿dejó de sentir?...No, definitivamente el dolor permaneció, sin embargo su alma no se contaminó…y más allá de la muerte siguió amando y fue ese mismo Amor quien lo trajo devuelta a la vida al tercer día….entonces VOLUNTAD es la palabra clave…los sentimientos nos pueden presentar una realidad tergiversada, que mucho tiene que ver con experiencias propias de vida, niveles químicos en el organismo, cambios hormonales, si se ha dormido o no lo suficiente, y un sin fin de variables…hasta si me fumé o no un cigarro antes de enfrentar el tema….la VOLUNTAD es una “Fuerza” que se encumbra por sobre todas estas variables que nos pueden parecer a veces muy justas y dignas de ser tomadas en cuenta, y que sin embargo escapan a la realidad del verdadero perdón……..O sea…a pesar de mi sentimiento, debo tener la VOLUNTAD de perdonar…solo pidámoslo al Espíritu Santo y el nos dará de lo Suyo…..la FUERZA para lograrlo………
James Bywaters… Espíritu Santo...espero estar aprendiendo a escuchar….
LEYENDA
Cuenta una leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto. En un determinado punto del viaje discutieron, y uno le dio una bofetada al otro. Éste, profundamente ofendido, sin decir nada, escribió en la arena: –“Hoy, mi mejor amigo me pegó una bofetada en el rostro”. Siguieron adelante y divisaron un oasis. Torturados por la sed, ambos echaron a correr y el primero que llegó se tiró al agua de bruces sin pensarlo y, de pronto, comenzó a ahogarse. El otro amigo se tiró al agua enseguida para salvarlo. Al recuperarse, tomó un estilete y escribió en una piedra: –“Hoy, mi mejor amigo me salvó la vida”. Intrigado, el amigo le preguntó: –“¿Por qué después que te lastimé, escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra?”. Sonriendo, el otro le respondió: –“Cuando un gran amigo nos ofende, debemos escribir en la arena, porque el viento del olvido se lo lleva; en cambio, cuando nos pase algo grandioso, debemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón, donde ningún viento en todo el mundo podrá borrarlo”.
Impactante exclamación,…sobretodo si se tiene en cuenta el dolor intenso que debió padecer en esos momentos… lo estaban flagelando física y mentalmente,…seguramente “sentía” una angustia y pena intensas y aún así “perdonando”…….¿cuánto nos cuesta perdonar?.......a todos nos cuesta, sin embargo no debemos confundir el “sentir” rabia, pena, amargura, etc… cuando nos han ofendido, y “querer” perdonar de corazón…Dios no nos pide que dejemos de sentir, pero sí que tengamos la voluntad de perdonar.
Perdonar a alguien no necesariamente significa que nos deje de doler lo que nos hizo o como se comportó…..”sentir” corresponde a los sentimientos y “querer” a la voluntad……La voluntad y el amor de Jesús hizo que perdonara a pesar de no haber dejado de sentir dolor, angustia, miedo, soledad…..se sintió seguramente abandonado (incluso por Dios), traicionado, menospreciado, humillado y ridiculizado al extremo,…. Quiso el Padre que el hijo sintiera en carne viva todas estas flagelaciones de cuerpo y mente, y aún así demostrara su “voluntad” de perdonar….¿dejó de sentir?...No, definitivamente el dolor permaneció, sin embargo su alma no se contaminó…y más allá de la muerte siguió amando y fue ese mismo Amor quien lo trajo devuelta a la vida al tercer día….entonces VOLUNTAD es la palabra clave…los sentimientos nos pueden presentar una realidad tergiversada, que mucho tiene que ver con experiencias propias de vida, niveles químicos en el organismo, cambios hormonales, si se ha dormido o no lo suficiente, y un sin fin de variables…hasta si me fumé o no un cigarro antes de enfrentar el tema….la VOLUNTAD es una “Fuerza” que se encumbra por sobre todas estas variables que nos pueden parecer a veces muy justas y dignas de ser tomadas en cuenta, y que sin embargo escapan a la realidad del verdadero perdón……..O sea…a pesar de mi sentimiento, debo tener la VOLUNTAD de perdonar…solo pidámoslo al Espíritu Santo y el nos dará de lo Suyo…..la FUERZA para lograrlo………
James Bywaters… Espíritu Santo...espero estar aprendiendo a escuchar….
LEYENDA
Cuenta una leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto. En un determinado punto del viaje discutieron, y uno le dio una bofetada al otro. Éste, profundamente ofendido, sin decir nada, escribió en la arena: –“Hoy, mi mejor amigo me pegó una bofetada en el rostro”. Siguieron adelante y divisaron un oasis. Torturados por la sed, ambos echaron a correr y el primero que llegó se tiró al agua de bruces sin pensarlo y, de pronto, comenzó a ahogarse. El otro amigo se tiró al agua enseguida para salvarlo. Al recuperarse, tomó un estilete y escribió en una piedra: –“Hoy, mi mejor amigo me salvó la vida”. Intrigado, el amigo le preguntó: –“¿Por qué después que te lastimé, escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra?”. Sonriendo, el otro le respondió: –“Cuando un gran amigo nos ofende, debemos escribir en la arena, porque el viento del olvido se lo lleva; en cambio, cuando nos pase algo grandioso, debemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón, donde ningún viento en todo el mundo podrá borrarlo”.
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